¡Hola!
Hace algunas semanas comencé a recibir llamadas por parte de INVEX en las cuales me solicitan pagar tres adeudos: uno, por no uso de su tarjeta de crédito; dos, por el monedero electrónico que me dieron de “regalo”, y tres, por un dichoso Programa 0 que jamás solicité porque jamás yo he activado la tarjeta. No obstante, la persona que vino a entregármela, de manera engañosa, la activo al capturar en su sistema los dígitos que me enviaron en un mensaje a mi celular, ahora lo sé, porque al aclarar con ellos que yo no les debo nada porque nunca he activado su producto, me dijeron que, al haberle dado esos cuatro dígitos a la persona que vino a entregarme la TDC, yo di la autorización para que fuera activada. Lo anterior, jamás me lo comentó el fulano, de hecho, yo la acepte porque él me dijo que mientras yo no marcara a los números telefónicos de INVEX para activarla no me generaría ningún tipo de cargo.
Ahora, al leer los comentarios en esta página, me doy cuenta que no soy la única que, bajo engaños, hemos aceptado su TDC.
¿Qué hacer, cómo actuar ante estas prácticas abusivas y tramposas por parte de INVEX?
No lo sé, pues es la primera vez que una “institución” financiera intenta estafarme. Mira que pretender cobrarnos una comisión, más IVA e intereses, por no ocupar su TDC es absurdo, ningún otro banco, hasta el día de hoy, intenta robarte bajo ese concepto.
Lo que sí sé, es que nunca he dejado de pagar las tarjetas de crédito que sí he activo yo personalmente, así que, no tengo antecedentes moratorios.
Tanto la TDC como el monedero que me entregaron los de INVEX están con sus plásticos de seguridad, con lo cual yo puedo comprobar que nunca he hecho uso de sus productos, por tanto, yo no he cometido ningún abuso. Hasta donde pude investigar con respecto a INVEX, al parecer, no tiene personalidad jurídica aquí en México, y sobre sus malas prácticas para obtener dinero cómo sea, a costa de quien sea, es porque la empresa tiene problemas financieros. Todo esto habría que confirmarse.
Lo que también sé, es que la LEY DE PROTECCIÓN Y DEFENSA AL USUARIO DE SERVICIOS FINANCIEROS nos protege de estas empresas abusivas, a través de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
Si es verdad que les debemos, ellos tendrán que hacer los trámites para una audiencia de conciliación ante las instancias correspondientes y demostrarlo, pero eso no sucederá porque la manera en cómo nos venden sus tarjetas de crédito se apartan de las sanas prácticas, es decir, están fuera de la ley anteriormente mencionada.